#1 – Una adicción y una perspectiva

Debo admitir que tengo una nueva adicción: construir casas ecológicas.


Cuando me establecí en Tulum, hace tres años y medio, decidí comprar un terreno y construir mi casa. Cualquier actividad es más divertida al compartirla con los amigos; así, empecé a invitar a mis amigos a conocer el terreno con la esperanza de motivar a alguno de ellos a participar en el proyecto de construcción. Uno de los primeros en visitarme, fue Harry, quien inmediatamente reconoció el potencial del lugar. Tras muchas indagaciones, nos establecimos en un terreno en una zona nueva, apenas en desarrollo, un poco al sur de Tulum pueblo y nos pusimos manos a la obra. La Casa Ximbaltik, es el resultado de esta colaboración. Estuve viviendo en esa casa desde que concluyó su construcción (está bien, en realidad me mudé allí un poco antes), en mayo de 2008 y la disfruté muchísimo. A Harry, quien viene seguido de visita, le gusta tanto la casa que cuando llega a Tulum casi no sale de ella para nada…


Fue al empezar a dialogar con diferentes constructores, que conocimos a Pepe Blanco, de Ile Permacultura. Mientras garabateábamos en un papel tratando de armar nuestro muy burdo “diseño”, Pepe nos preguntó: “¿Qué tipo de sanitarios van a querer, de agua o de composta?” Ni siquiera sabíamos que había varias opciones de sanitarios. Y así comenzó una loca pesquisa sobre baños de composta: Harry investigó las tecnologías disponibles en el mercado estadounidense; yo, mientras tanto, me sumergí de cabeza en los baños de composta de Tulum y Puerto Morelos e hice muchas preguntas.


Nos fascinó averiguar que:


1.) no tendríamos que usar agua dulce (uno de nuestros más valiosos y más amenazados recursos naturales) para transportar nuestra caca hacia un tanque de almacenamiento con capacidad limitada y que además


2.) podría filtrarse por entre la porosa piedra caliza y contaminar el sistema de ríos subterráneos y hasta nuestro propio pozo, y que


3.) en algún momento tendría que ser vaciado con una bomba y botado… ¿A dónde botan la materia fecal que sacan por bombeo de los tanques sépticos? También nos gustó que…


4.) podríamos tirar el papel de baño directo en el sanitario, en lugar de tener que ponerlo en un bote de basura y que no iría a parar al relleno sanitario. También podríamos…


5.) colocar todo nuestro desperdicio orgánico de la cocina en el mismo sistema y


6.) producir así nuestra propia composta para el jardín.


Así fue como con gran entusiasmo entramos al ciclo de la naturaleza. Integramos además: un sistema de colecta y almacenamiento de agua de lluvia; filtración natural de aguas grises e irrigación con éstas; hicimos algunos ajustes al diseño de la casa para lograr captar el viento y crear gran ventilación transversal en todo el inmueble. ¡Y nuestra casa despegó!


La zona en donde construimos la casa está a unas 3 cuadras del transformador eléctrico más cercano. Si bien, desde antes de empezar a construir había promesas por parte de la compañía de luz de que supuestamente la energía eléctrica iba a llegar a nuestra colonia, queríamos ser independientes; decidimos no depender de la red eléctrica desde el principio. El generar toda la energía que consumimos a partir del sol ha sido una experiencia muy satisfactoria; tanto, que me llevó a viajar para estudiar (de manera formal e informal) sobre el tema. Entonces, establecí un nuevo negocio de energía renovable aquí en Tulum para compartir con otros la energía del sol y ayudar a otros a dejar de depender del suministro de energía eléctrica.


Una vez logrado esto, no me quedé allí. Tenía que volver a vivir toda la experiencia una vez más. Esta vez, mejorada. En este blog iré publicando paso a paso el proceso de construcción de otra casa ecológica cerca de Tulum, otra vez con la ayuda de Pepe; probaremos nuevos materiales, experimentaremos como locos al tiempo que mantendremos todos los aspectos geniales del diseño ecológico y la eco construcción que funcionan tan bien.